Cuentos de nunca acabar

Presentamos una editorial diferente, que ha obtenido varios premios por sus maravillosas ilustraciones y que nos presenta cuentos llenos de ternura y fantasía... cuentos con raíces, historias con alas... que publica libros que siempre tienen algo que decir, para satisfacer el ansia de lectores inquietos, críticos, buscadores incansables, predispuestos al juego, capaces de gozar también estéticamente y abiertos a la hora de elegir su propio camino en la literatura. 

Desde primeros lectores a adultos que disfrutan de esos libros que nos recuerdan el niño que llevamos dentro... Disfrutad con su CATÁLOGO 


Aquí os presentamos alguno de sus títulos...

TALLER DE CORAZONES (Arturo Abad & Gabriel Pacheco)
Cuando llega la noche y el silencio de los soñadores inunda la ciudad, del taller de corazones surgen misteriosos sonidos, porque… Matías tiene un secreto.
   



  
Taller de corazones recrea una artesanía maravillosa en la que no se arreglan zapatos, ni paraguas, ni se restauran muebles o se zurcen descosidos pantalones. Matías, el protagonista, repara —con el mismo mimo y cuidado que pone todo artesano— corazones dañados.
Su trabajo nada tiene que ver con el de un cardiólogo ni su taller con un quirófano. Con una estufa de leña calienta corazones helados; con agujas de plata cose corazones rotos; y con unas pinzas de olvido ajusta la hora de corazones que atrasan para que no se entristezcan con los recuerdos del pasado.
        Para los “males del corazón” se recurre, convencionalmente, al efecto mitigador del paso del tiempo. Sin embargo, Arturo Abad nos hace soñar —en su primer cuento editado— con la posibilidad de que los daños emocionales puedan tener tan fácil remedio, como un dobladillo descosido o un tacón roto.
No obstante, no hay frialdad en el trabajo del protagonista ni en la narración del autor, cargada de ternura, consciente del simbolismo afectivo y sentimental atribuido universalmente a este órgano. Imposible tampoco no conmoverse con el secreto de Matías, que nos revela la generosidad sin límite y capacidad de sacrificio del que ama verdaderamente.
        Este increíble taller y su protagonista sólo podrían cobrar vida en las siempre ensoñadoras imágenes de Gabriel Pacheco. El ilustrador mexicano juega intencionadamente con dos colores: el rojo y el azul, indisociables del corazón, la sangre que a través de nuestras venas azules es bombeada.



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