Los alumnos de 1º de ESO,
aprovechando el estudio de este tipo de composición tan hispana, han iniciado
un proceso de investigación con el que pretenden encontrar vestigios del
romancero español en la provincia de León.
Bonita tarea que seguro nos
deparará a todos los amantes de la literatura sorpresas y aprendizajes
insospechados.
Para muestra un botón.
¿Qué
es un ROMANCE?
1. Concepto.
A lo largo de los siglos se
han cantado estas composiciones narrativas llamadas romances, por toda nuestra
geografía.
Generalmente un ciego o un
mendigo ambulante iba cantando estas coplillas de pueblo en pueblo, y los
jóvenes que le seguían iban aprendiendo estas letras que narraban un hecho
acaecido recientemente. Posteriormente, se cantaban en la intimidad del hogar,
o bien en las reuniones festivas o de trabajo.
2. Origen de los romances.
Los romances tienen su origen
en los cantares de gesta. Los juglares los recitaban y cantaban en los
ambientes cultos de la sociedad medieval; a partir del siglo XV fueron también
los hombres del pueblo llano quienes los ejecutaban, y desde entonces se han
seguido cantando hasta nuestros días, bien conservando muchos de los viejos
temas, o bien añadiendo otros nuevos.
3. Tipos de romances.
Se pueden distinguir tres
grandes grupos de romances:
·
Romance literario ( siglos XV-XVI ).
·
Romance de tradición oral. ( De padres a
hijos).
·
Romance de pliego o semiculto. ( Cantados por
invidentes).
Dentro de la variadísima
temática de los romances, se pueden distinguir:
·
De asunto familiar.
·
De asunto amoroso.
·
De asunto social.
(Recogido por Genma Gómez 1º D)
1. El romance.
Este romance es recogido en Retuerto ( León). No se dispone
del nombre del autor, ni del siglo exacto que es. Es el siguiente:
Sin que sus padres lo sepan
ni sus novio la dejara,
se fue a despedir
de él
cuando ya estaba en la caja.
Tanta pena le causó
que allí muerta se ha quedado.
Muerta se quedó la niña
en los brazos de su amante,
y a los dos enterraron
aquella misma tarde.
(Recogido por Gonzalo Pérez, 1º D)
EL ROMANCE DE MIRABRINA
Non fuera moza
subida,
moza morena de
braña,
que fuera linda
niña,
doncella bien
doncellada.
fija de linajes
claros
y rica casa
alhajada
con piedras bien
componidas
altas y flor
delisadas.
De puros gozos
vestida,
manteleta
flormorada,
corpiño verde de
prado
y ancho rodao de
avellana.
Erase en la fuente
risa
do las aguas se
prendaban
mayo de ronda
florido
mañanita regalada.
Toda Omaña quedóse
sin Mirabrina
mustiada
cuando partióse la
niña
mas que traída
llevada.
¿Onde se fue
Mirabrina?
La fuente llora, no
canta
el ventolino del
monte
que trae la color
del alba.
Tornaos pronto,
Mirabrina
a la honor de tu
casa,
la de las piedras
floridas
altas y bien
retalladas.
Tornaos que la
fuente llora,
que sospira la
campana,
que la vida non
parece,
que todo se queda
en nada.
¡Mirabrina,
Mirabrina,
la omañesita de
Omaña,
amores trujo tu
suerte,
penas nos trujo tu
marcha!
(Recogido por Nerea Lorenzo, 1º D)
LAS SEÑAS DEL ESPOSO
Pino
verde, pino verde,
más
verde que no florido,
De la noche a la mañana
le
cantaba un pajarcillo
Y
en el cantar decía:
-¿Dónde
tienes tu marido?
-
Mi marido fue a la guerra,
siete
años va que anda en ella.
-¿Cuánto
dieras tú, la bella,
a
quien te lo trajera vivo?
- Te diera las mis cien cabras,
con
ellas cabrerillo.
-
Algo más darás, la bella,
que
más vale tu marido.
-
Te diera las mis cien vacas
con
ellas, un toro vivo.
-
·Algo más darás, la bella,
que
más vale tu marido.
-Te
daré las mis tres hijas,
todas
tres a tu dominio;
Una que te escancie el pan,
otra
que le escancie el vino
Y
otra que le haga la cama,
pero
no dormir contigo.
-Algo más darás, la bella,
que más vale tu marido.
No tengo más que te dar,
que todo te lo he ofrecido.
-Me darás tu cuerpo airoso
porque es lo que yo
te pido.
-¿Si te doy mi cuerpo
airoso,
para qué quiero
marido?
Te
daré sogas de esparcho
para
colgarte de un pino.
-
Anda tú, la Catalina,
anda que yo te lo pido;
Mira
tú, la Catalina,
mira
que soy tu marido
Pino
verde, pino verde,
más
verde que no florido,
De la noche a la mañana
le
cantaba un pajarcillo.
Recogido
por Enrique Garandillas, 1º D
ROMANCE EN QUE DOÑA URRACA RECUERDA CUANDO EL CID SE CRIABA CON ELLA EN SU
PALACIO EN ZAMORA
— ¡Afuera, afuera, Rodrigo,
el soberbio castellano!
Acordársete debría
de aquel buen tiempo pasado
que te armaron caballero
en el altar de Santiago,
cuando el rey fue tu padrino,
tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas,
mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuela de oro
porque fueses más honrado;
pensando casar contigo,
¡no lo quiso mi pecado!,
casástete con Jimena,
hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros,
conmigo hubieras estados;
dejaste hija de rey
por tomar la de un vasallo.
En oír esto Rodrigo
volvióse mal angustiado:
— ¡Afuera, afuera, los míos,
los de a pie y los de a caballo,
pues de aquella torre mocha
una vira me han tirado!,
no traía el asta hierro,
el corazón me ha pasado;
¡ya ningún remedio siento,
sino vivir más penado!
el soberbio castellano!
Acordársete debría
de aquel buen tiempo pasado
que te armaron caballero
en el altar de Santiago,
cuando el rey fue tu padrino,
tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas,
mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuela de oro
porque fueses más honrado;
pensando casar contigo,
¡no lo quiso mi pecado!,
casástete con Jimena,
hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros,
conmigo hubieras estados;
dejaste hija de rey
por tomar la de un vasallo.
En oír esto Rodrigo
volvióse mal angustiado:
— ¡Afuera, afuera, los míos,
los de a pie y los de a caballo,
pues de aquella torre mocha
una vira me han tirado!,
no traía el asta hierro,
el corazón me ha pasado;
¡ya ningún remedio siento,
sino vivir más penado!
se ha vuelto a recuperar
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