La conjura de los necios

La conjura de los necios, escrita en los años 60s por el americano John Kennedy Toole, nos presenta al extravagante y atípico Ignatius J. Reilly,  un treintañero antisocial de Nueva Orleáns que vive aún con su madre y que detesta trabajar.

Ignatius se cree un genio, y el mundo no le gusta tal como es, porque considera que las normas morales ya no existen y que lo mejor es volver al modelo de vida medieval con un completo control de la Iglesia católica sobre el comportamiento de los seres humanos. Para su fortuna, no tiene la necesidad de lidiar con la sociedad a la que tanto critica porque su madre, aunque a duras penas, lo mantiene, pero un accidente obligará a Ignatius a salir y buscar un trabajo. En las calles de Nueva Orleáns se cruza accidentalmente con personajes tan atípicos como él, con sus propias historias, y de alguna forma el destino y el propio Ignatius se encargan de unirlas y de desatar un caos mayor que el que ya tenía cada uno por separado.

Las extrañas circunstancias en las que se publicó la novela, su comicidad, que en un principio seduce, y los premios que acompañaron a su descomunal éxito, hacen que sea difícil encontrar de ella una reseña negativa.

CITAS

·        "Sólo me relaciono con mis iguales, pero como no tengo iguales no me relaciono con nadie".

·        "Cuando Fortuna hace girar su rueda hacia abajo, vete al cine y disfruta más de la vida"

·        "En los alrededores de la fábrica hay un bar en cada esquina, indicio de que en la zona los salarios son abismalmente bajos. Y en las calles en las que los habitantes están particularmente desesperados, hay hasta tres y cuatro bares en cada cruce."

·        "Soy capaz de tantas cosas y no se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer".

·        "Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él" Tomada de Jonathan Swift