Ensayo sobre la ceguera



La obra Ensayo sobre la ceguera, del premio nobel de literatura en 1998, José Saramago, es, además de  una pieza literaria excepcional, una obra sociológica que nos plantea situaciones que nos permiten analizar el comportamiento y la estructura de la sociedad.
La invitación a imaginar una sociedad que entra en estado de caos permite varios análisis y varios planteamientos.  
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre «la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron». José Saramago traza en este libro una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos que estamos viviendo. En un mundo así, ¿cabrá alguna esperanza? El lector conocerá una experiencia imaginativa única. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduría, José Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, también, una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad.

CITAS
·         Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos.
·         De esa manera estamos hechos, mitad indiferencia mitad ruindad
·         La alegría y la tristeza pueden andar unidas, no son como el agua y el aceite
·         En verdad aún está por nacer el primer humano desprovisto de esa segunda piel que llamamos egoísmo.
·         La gente joven se conforma rápidamente, tiene toda la vida por delante.
·         Lo difícil no es vivir con las personas, lo difícil es comprenderlas.
·         Creo que nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.
·         Es que no sabéis, no podéis saber, lo que es tener ojos en un mundo de ciegos, no soy reina, no, soy simplemente la que ha nacido para ver el horror, vosotros lo sentís, yo lo siento y, además lo veo, y , ahora, punto final.
·         Hoy es hoy, mañana será mañana, y es hoy cuando tengo la responsabilidad, no mañana si ya estoy ciega. Responsabilidad de qué. La responsabilidad de tener ojos cuando otros los han perdido.
·         Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.
·         Las respuestas no llegan siempre cuando uno las necesita, a veces ocurre que quedarse esperando es la única respuesta posible.
·         La experiencia es realmente maestra de la vida.

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