Cuando comienzas a leer un libro puedes hacerte una idea de lo que puede mostrarte, de la historia que puede ofrecerte o del tema del que va a tratar, pero únicamente cuando lo terminas eres capaz de apreciar cuánto ha podido fascinarte o sorprenderte con sus páginas. Con esta novela titulada La ladrona de libros ocurre exactamente eso. Al tiempo que devoras sus palabras despierta en ti sensaciones con la misma velocidad con la que la sangre recorre tus venas. Hasta el momento, ha sido el libro que más me ha hecho reflexionar ante ciertos aspectos de la vida.
Escrita por el joven autor australiano Markus Zusak, se inspira en lo que sus padres vivieron en Alemania y Austria durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque el tema en sí ya es profundo y dramático, el tratamiento de las palabras que el escritor lleva a cabo y la manera en que te envuelven hace que hasta lo más mínimo resulte grandioso. Te hace sentir cada detalle y fijarte en lo más insignificante, transmitiéndote sensaciones de escalofrío o sentimientos de ternura y calor en medio de un escenario bélico.
Una apasionante historia relatada por la propia muerte, quien va contando cómo a su paso recoge almas de millones de personas que han vivido y sufrido a lo largo de sus vidas. Personajes que son ejemplos de superación, de aprendizaje, de fuerza, valentía y entrega. Y una protagonista que no pierde de vista el poder que poseen las palabras y la necesidad que sentimos ciertas personas por leer e incluso releer libros que poseen historias de incalculable valor y que pueden ayudarnos en el momento menos esperado.
Alicia Yagüe
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