Seguimos recuperando el Romancero leonés

Los alumnos de 1º ESO siguen desarrollando esta interesantísima tarea en la asignatura de Lengua española y Literatura. A continuación os dejamos otros seis romances que han recogido. Pulsa en "más información".






LAS CORTES DE LEÓN (recogido por Alejandra Castillo, 1º ESO D)

-Buen conde Fernán González
El rey envía por vos
Que vayades a las cortes
Que se hacían en León;
Que si vos allá vais, conde,
Daros han buen Galardón;
Daros ha a Palenzuela
Y a Palencia la mohito,
Daros ha a las nueve villas
Con ellas a Carrión
Daros ha a Torquemada,
La Torre de Mormojón
Buen conde, si allá no ides
Daros haían por traidor
Allí respondiera el conde
Y dijera esta razón:
-Mensajero eres, amigo,
,no mereces culpa, no;
Yo no he miedo al rey
Ni a cuantos con él son
Villas y castillos tengo
Todos a mi mandar son;
De ellos me dejó mi padre
De ellos me ganara yo;
Los que me dejó el mi padre,
Póblelos de ricos hombres
Los que me ganara yo
Póblelas de labradores;
Quien no tenía más que un buey
Dábale otro, que eran dos,
Al que casaba su hija
Dole yo muy rico don;
Cada dia que amenece
Por mí hacen oración
No la hacían por el rey,
Que no lo merece, no,
Él les puso muchos pechos
Y quitárselos yo.


ROMANCE DE ISABEL (recogido por Fernando Sánchez, 1º ESO D)

En León hay una  niña
Que la llaman Isabel;
Sus padres la ponen precio,
Venta al rico mercader.
Una noche la jugaron
Al número treinta y seis
Le ha tocado aun rico a un rico mozo,
Rico mozo aragonés.
En medio del camino
Ya lloraba Isabel.
-¿Por qué lloras, vida mía?
¿Por qué lloras, Isabel?
Si  lloras por tus hermanos,
La muerte les di a los tres.
-No lloro por mis hermanos
Ni por ningún interés.
Dame tu puñal dorado,
Que pronto te lo diré.
-tú me has pedido el puñal,
No me has dicho para que.
-Para cortar la manzana
Que vengo muerta de sed
Él se lo dio al derecho,
Ella lo cogió al revés;
Le ha cortado la cabeza
Y la puso a los pies.
-tú mastates a mis hermanos,
Y a ti también te maté.
Que me lleven al presidio
Que allí, triste moriré.

Este romance procede de la zona de los Arguellos (la Vecilla, Valdeteja, Valdelugueros)

CAZADOR CAZADO (recogido por Marcos Diez, 1º ESO C)
        
Pensando al amor cazar,
yo me hice cazador,
y a mí cazóme el amor.
Entré muy descuidado
en el monte de Cupido,
por ver si había venado
y hallé un ciervo escondido:
muy a paso sin ruido
arrojéle un pasador,
y a mí cazóme el amor.
Desde que herido le vi
empecé a correr tras él,
y corriendo me perdí
por una sierra cruel;
pero al fin vi un vergel,
que sois vos, lleno de flor,
y allí cazóme el amor.

ROMANCE DE LAS QUEJAS DE DOÑA LAMBRA (recogido por César Cueto, 1º ESO C)
-Mal me quieren en Castilla
los que me habían de aguardar;
os hijos de doña Sancha
mal han amenazado me han,
que me cortarían las faldas
por vergonzoso lugar,
y cebarían sus halcones
dentro de mi palomar,
y me forzarían mis damas,
casadas y por casar;
matáronme un cocinero
so faldas de mi brial;
si desto no me vengais,
yo mora me iré a tornar.
Allí habló don rodrigo,
bien oiréis lo que dirá:
-Calledes, la mi señora,
vos no digades atal,
de los Infantes de Salas
yo vos pienso de vengar;
telilla les tengo ordida,
bien se la cuido tramar,
que nacidos y por nacer,
dello tengan que contar

ROMANCE LINAJE DE BERNARDO DEL CARPIO (recogido por Leire Rodríguez, 1º ESO A)

En los reinos de León
el casto Alfonso reinaba;
hermosa hermana tenía
doña Jimena se llama.
Énamórase de ella
ese conde de Saldaña,
más no vivía engañado
porque la infanta lo amaba
muchas veces fueron juntos
que nadie lo sospechaba;
de las veces que se vieron
la infanta quedó preñada.
La infanta parió a Bernaldo
Y luego monja se entraba;
Mandó al rey prender al conde
Y ponerlo muy gran guarda.

ROMANCE DEL CONDE OLINOS (recogido por Marina Vélez, 1º ESO D)

Madrugaba el conde Olinos
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar. 

Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar;
las aves que iban volando
se paraban a escuchar:
Bebe, mi caballo, bebe,
Dios te me libre del mal:
de los vientos de la tierra
y de las furias del mar.

De altas torres del palacio,
la reina le oyó cantar:
-Mira, hija, cómo canta
la sirena de la mar.

-No es la sirenita, madre,
que ésta tiene otro cantar;
es la voz del conde Olinos
que por mis amores va.

-Si es la voz del conde Olinos,
yo le mandaré matar,
que para casar contigo,
le falta sangre real.

Guardias mandaba la reina
al conde Olinos buscar:
que le maten a lanzadas
y echen su cuerpo a la mar.

La infantina, con gran pena,
no cesaba de llorar;
él murió a la medianoche
y ella a los gallos cantar.

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